martes, 26 de julio de 2011

Útero subrogado

Sinónimos:

Útero en renta
Útero en alquilar
Útero disponible
Madre sustituta
Subrogación gestacional

Son algunos de los sinónimos que encontramos cuando la utlidad del útero en la mujer se le da otra función cuando es ocupado con el embrión de otras personas, muy diferente cuando ese útero queda mebarazado de dos compañeros que decidieron aumentar su familia por amor.

En el caso del útero subrogado es para hacer negocio, otra forma de vivir sin trabajar honradamente, es una lástima que se realice esto con la anuencia del compañero, sean casados o no, una forma de ejercer la prostitución, una propuesta más del hombre sobre la mujer, solamente que en este caso, con el consentimiento de Ella, aunque en muchos otros también la mujer esta de acuerdo con tal de que el hombre del momento no la deje y se vaya con otra u otras.

A nivel mundial, es un negocio femenino muy lucrativo, si la prostitución le deja dinero, esto le deja mucho más sin tantos desvelos al tiempo y sin menor peligro de infectarse (SIDA, Hepatitis C, Condilomas, y la infección de MODA PAPILOMA HUMANO)pues son embarazos bastante controlados y cuyo costo corre a cuenta del que renta la matriz

Anteriormente la prostitución femenina se inició para satisfacer al hombre, esto desde tiempos en la antiguedad, Roma, Grecia, Esparta, Atenas y más, en México en la zona de la Merced, y en otras ciudades con sus zonas llamadas de Tolerancia, en donde se encontraban de todo tipo de mujeres, alta, media y baja sociedad, con el fin de satisfacer sus propias necesidades, que probablemente en casa no encotraban, o por hacer llegar un poco más de dinero a casa por no saber nada que hacer de trabajo, otras más por haber sido inducidas por, familiares, patrones u obligadas por las circunstancias como es el haber quedado embarazadas y abandonadas por aquel por quienes se morían y no hicieron caso de los consejos de sus mayores (dígance, papás, amigos, conocidos)de fijarce con quien andaban y no se fueran a arrepentir después, cuántas veces se oye decir, "es mi vida, no te metas", al final de cuentas quienes gozan o sufren son los bebés traídos por estas personas que no quiesieron oir consejo y no encontraron otro camino que el de la prostitución.

Esta modalidad de prostitución es aprovechada por aquellas mujeres que teniendo dinero y no queriendo agredir según ellas su cuerpo, prefieren pagar para que les proporcionen un hijo ya sea que el embrión sea de los dos o solamente del hombre, según ellas amado, se obtienen un óvulo y un espermatozoide de ellos mismos y se fecundan, después se implantan en la matríz rentada, otra manera es que el hombre se tiene que acostar con la dueña de la matriz diariamente hasta que quede embarazada la mujer, después ya sea que después de que ya se confirmó el embarazo por un facultativo que estaba al tanto de lo desado por los esposos, se quqede en casa de los dueños de este bebé, o que se vaya con su familia y estarse controlaqndo cada mes hasta su parto.

Creo que es muy cómodo tener a un hombre solamente para satisfacer su necesidad sexual y no realizar el fin para lo que fue creada la mujer, la coprocreación de los hijos, cuando cresca ese niño (a) y le pregunte a sus papás quién es mi progenitora carnal, espero que le digan la verdad y estén prpeparados pera la reacción de sus hijos, no como siempre al final buscan culpables de sus errores, pero ellos no lo son.

Cuando vamos en contra de la naturaleza decimos que es investigación del hombre y que nadie lo puede detener, pero cuando no resulta lo que esperaban, dicen, yo tengo la libertad de decidir si lo quiero o no, la pregunta es: ¿cuándo le preguntaron a ese ser si quería estar en esa familia? con el tiempo ¿no renegará de sus padres cuando se de cuenta como y porqué así fue engendrado? ¿aceptarán sus padres las decisiones de ese hijo o le llamarán hijo ingrato, cruel, sin corazón, cuando decida alejarse de ellos?

La verdad es que este siglo XXI trae consigo nuevas preguntas para el hombre (hombre o mujer) ¿sabes para que estas en este mundo? ¿defiendes tu dignidad de ser humano? ¿pones en práctica tu conocimiento para la salvación de tu alma? ¿reconoces que necesitas de los demás para salvarte y salvarlos a ellos? pues bien tenemos que darnos cuenta que nuestra felicidad no es este mundo, somos elegidos para ser felices en otro mundo mejor que este, pero sólo que para llegar allá tenemos que ganárnolo con el paso por este mundo, no es nada fácil pero no imposible, todo esfuerzo tiene un premio, entre mejor sea mejor será nuestro premió, después nadie nos lo quitará, no hagamos caso de los que dicen que para de sufrir, se ve que no conocen que nuestro sufrimiento bien orientado es el camino más grande para nuestro máximo premio que es "La felicidad eterna en el Cielo" la casa de Nuestro Padre Dios.

Ahora te voy a mostrar los precios en lo que se renta la matriz humana a nivel mundial.

E.U. 50-100 mil dólares
Índia 2 800 – 3 900 Euros
D. F. 400 – 800 - un millón hasta dos millones de pesos

Más, atención médica, medicinas, antojos, caprichos de la sustituta.
Todo lo anterior bajo contrato notariado.

Con estos precios no crees que pueden llevar una vida olgada si tienen suerte de que su matriz sea rentada cada año o por lo menos cada dos años, si es que saben administrar su dinero y no lo malgastan.

Actualmente estamos descubriendo la complejidad y riqueza de la interacción entre la madre y el bebé in útero. Comentan algunos autores, pero eso ya se tiene investigado desde hace tiempo. Las mujeres comentan que no pueden expresar lo que sienten cuando su hijo se mueve, patalea, se estira en su vientre, no pueden decir con palabras lo que experimentan en su interiro pero que es un sansación indescriptible, única, que no se imaginaban llegar a sentir y les ocaciona un gran placer, claro estamos hablando de aquellas mujeres que quisieron tener un hijo, porque las que no, reniegan de todo los que les llega a pasar cuando esto sucede.

La subrogación atiende sólo a los deseos del que hace el encargo, por lo tanto las rentadoras solamente esperan el momento de suparto para cobrar lo convenido y retirarse a recueperar su forma para estar listas para otra renta.

René Frydman, ginecólogo Francés comenta “El embarazo no consiste sólo en llevar a un bebé, es una experiencia fundamental que modela a sus progenitores” es para ambos una experiencia única con cada embarazo que llegan a tener, alguno tendrá todo lo manifestado por la madre en el embarazo (achaques, antojos, caprichos) y si la mujer no esta lista para ver eso en su esposo no lo va a entender y no lo ayudará a salir adelante, otros todo lo padecerá la mujer y es ahí donde el hombre tiene que armarse de paciencia para cooperar con su mujer, al fin que es lo que ambos desearon.

Pero existe otro problema que casi nunca se analiza, o se espera, qué pasará cuando se llegue a tener un bebé malformado, si son dos, tres, cuatro bebés en lugar de un sólo, bien formado bonito.

El contrato se hizo por un bebé, pero un bebé sano, el enfermo, o los ¿demás se le quedan a la dueña del útero y ella puede quedarse como hijos propios? si esta enfermo ¿lo puede abortar si los papás se lo piden? se aplicará la penalización del aborto, pues enfermo también es un ser humano, pero a quien se castigará a la que renta la matriz o al que la alquila.

Ahora, qué pasa si a pesar del contrato no es entregado dicho bebé y lo registra como propio en otra lugar lejos de donde se llevó a cabo este contrato, ahí no se permite el arrendamiento, se le llevará al lugar donde se realizó este contrato para penalisarla y obliagrle a que cumpla, pero ella niega haber hecho ningún contrato y que el presentado es falso no esta notarizado, pues al principio de esto no se notarizabn para que no se supiera de este tipo de acción.

Por esta razón en el Distrito federal se hizo una ley que es obligatorio notarizar cada contrato de arrendamiento pero aún así la gestante puede desaparecer con su bebé diceindo que ella es la madre, ella lo cargó nueve meses y "Madre es quien lo Pare" no quien presta el óvulo y espermatzoide.

Para quienes quieren entrar en el negocio de la subrogación, se permite subrogar una sola vez, si lo hace por negocio hay penas que van desde 8 a 10 años de cárcel sin fianza en el D.F.
2008 - 2010

La madre subrogada no tiene ningún vínculo genético con el bebé, pues solamente es un estuche preparado para llevar a buen término la gestación, te das cuenta hasta donde se denigra la mujer con lo más grande que Dios le dió pues ella es la única que tiene la capacidad de traer seres humanos al mundo.

Mujer Adolescente, no te dejes llevar por las propuestas del siglo XXI, de que todo es fácil y no debes sufrir, a esta vida venimos a ser felicies si así lo queremos, pero es a base de esfuerzo que tenemos que hacer para lograr la felicidad terrena y a través de ella lograremos la felicidad eterna.

Con nada nacemos pero si tú quieres con mucho nos moriremos, nos iremos con todas las buenas obras y caridades que hagamos con el prójimo, ese será el vestido que nos cubrirá cunado nos presentemos ante nuestro creador en la casa que nos fue a preparar cuando subió al Cielo, la Morada de nuestro Padre Dios y nos reuniremos con Nuestro Hermano Mayor, Cristo Jesús quien nos ganó con su muerte la Vida eterna.

Cuídate, cuida tu cuerpo y con ello tu matriz, úsala cuando tu creas que estas preparada para ello, recuerda que eres la unica capaz de aumentar el género humano a través de la procreación en unidad de tu compañero electo con amor y por amor.

Blibliografía
De este tipo de bibliografía casi no se encuentra, encontramos bastantes artículos pero libros no, revisa artículos y elige los que mejor te dejen enseñanza para el futuro.

vida del hombre

Todo en esta vida tiene un inicio y un fin, así se hable del hombre, del reino animal, el vegetal o el mineral. Como todo en esta vida tiene un principio, si hablamos del hombre debemos tomar en cuenta las distintas filosofías, para comprender lo que cada una considera el inicio de la vida humana. Nosotros, los que tenemos en nuestra vida la filosofía cristiana, sabemos que nuestro origen es Dios, y por lo tanto no debemos tener ninguna duda sobre nuestro origen y destino, ni de que los vivimos con toda libertad.
Como ahora nos ocuparemos de la vida del hombre, iniciemos dándonos cuenta de que en el principio no éramos nada y todo era oscuridad. Posteriormente apareció una pequeña luz, que sería importante en el futuro pero aún nada significaba para nuestra existencia: algo tramaban un hombre y una mujer, pero aun no era realidad. Se presentó al fin un encuentro definitivo, se pasó de las palabras a las caricias y más tarde a las reuniones frecuentes; con el tiempo los sentimientos y el conocimiento mutuo fueron mayores, hasta que determinaron de común acuerdo que ya era tiempo de realizar su vida en común, y decidieron culminarlo en la casa de nuestro Padre Dios, poniéndolo a Él como supremo testigo de su compromiso recíproco y pidiendo su bendición.
Para las demás filosofías en el mundo, el matrimonio quizás sólo sea una ceremonia, pero para nosotros es un Sacramento: un signo visible en el camino de la santificación, instituido por nuestro Señor Jesucristo en las Bodas de Caná, de acuerdo con las palabras de la Escritura, dichas y repetidas de una u otra forma en el Antiguo y el Nuevo Testamentos: «Por esto dejarán el hombre y la mujer a su padre y a su madre y formarán una sola familia, donde ya no serán dos sino una sola persona para toda la vida».
De esa unión santificada y por el grande amor que se tuvieron nuestros padres, por fin se juntaron los elementos necesarios para darnos vida. Por el poder de Dios y gracias a la unión de dos células aportadas por ellos, un óvulo y un espermatozoide, hubo un huevo fecundado, con el cual inició nuestro crecimiento: primero la división del huevo en las dos primeras células, luego la blastómera y, si nadie nos detuvo, fuimos un embrión a las 6 semanas, luego un feto a las 24, y a las 36 ya nos alistábamos para conocer el mundo, que nos recibió alrededor de las 48 semanas y del cual formamos parte en cuanto nuestra madre nos permitió conocerlo. Ella, sin dejar sus quehaceres y obligaciones propias, se preparó para el acontecimiento, y para atendernos debidamente en cuanto careciéramos de la protección omnipresente de su matriz.
Así, esa nada que éramos en el principio, sólo un proyecto divino del que nadie en este mundo tenía noción, se convirtió en el bebé que nuestros padres arroparon, cuidaron y, en la mayoría de las veces, besaron sabiendo que era carne de su propia carne. Ella, nuestra madre, sabía cuánto ayudó para darnos la vida; más tarde nos la sostuvo con la leche de sus pechos, lo más sagrado de su ser: el alimento más completo que existe en el mundo. Poco le importaba a ella si engordaba o enflacaba, pues sabía que lo que le daba a su hijo, nadie más podría proporcionárselo.
Nada iguala el valor de la leche materna ni el cariño que una madre da a su hijo, de los que ella siempre tiene suficiente y bueno, por muy pobre que sea. Claro, siempre y cuando este hijo fuera concebido con amor.
Un hombre y una mujer decidieron unir sus vidas, pusieron su relación ante Dios, y con el tiempo pensaron que ya era tiempo de ver un retoño de su gran amor. Se vieron compensados con ese regalo de Dios, al que cuidaron y dieron lo mejor, para gloria de Dios mismo y, más tarde, orgullo y beneficio de la familia, tanto en lo material como en lo espiritual. Pero no debes pensar «si tengo un hijo, es para que me mantenga cuando yo esté viejo». Si le das buena educación (estudios, ejemplo, el valor del trabajo, temor de Dios), él mismo verá la obligación de devolver lo que de sus padres obtuvo.
Inició después nuestra etapa independiente: ya no queríamos que mamá nos cuidara porque ya estábamos grandes; buscamos la compañía de otros que tuvieran nuestra misma edad, hicimos travesuras que eran y deben ser corregidas por nuestros padres, igual que caprichos, berrinches, desobediencias, malas palabras, ademanes... Quizás todavía en nuestra niñez no había psicólogos que pregonaran a diestra y siniestra «no lo reprima porque lo trauma», con lo cual yo no estoy de acuerdo: si al niño se le corrige adecuadamente, él entiende y se va formando muy bien, gusta convivir con sus padres, con sus mascotas si las tiene.
La niña llega a la edad de las ilusiones y el niño, de soñar con proezas.
La adolescente piensa en sus quince primaveras; más adelante, si no se le orienta, busca la modernidad inadecuada, mostrando lo que debe ocultar y cuidar, es decir, su apreciado cuerpo, y algo parecido ocurre con el joven.
Nuestra vida es como nuestros padres nos ayudaron a realizarla y, más tarde, como nosotros quisimos llevarla en adelante. Si decidimos hacer de nuestra vida algo bonito, así será, de modo que no hay que dormirnos, porque cuando menos pensemos, tendremos nuestras propias responsabilidades y deberemos elegir un camino para realizar los talentos que Dios y nuestros padres nos dieron.
Si decidimos ser médicos, nos encontraremos con que todos los que nos sostuvieron ya son mayores; unos dejaron su vida en el campo, otros tuvieron que emigrar a Estados Unidos; otros más ofrendaron su juventud en los trabajos de la ciudad. Que, debido a tantas carencias, nuestros indígenas vienen a buscarse la vida en las ciudades, como familia o como mujeres solas; otras, indígenas o mestizas, quedaron solas en sus lugares de origen por no sentirse con fuerzas para peregrinar con su marido a las ciudades o a otro país.
Si trabajamos con una población mayoritariamente de gente anciana, nos enfrentamos a problemas serios de salud. Aparte de que ya no es productiva, tiene carencias importantes en su organismo, como cardiopatías, hipertensión, deficiencias pulmonares (bronquitis agudas y crónicas, enfisemas, fibrosis) y mentales (como la terrible enfermedad de Alzheimer); diabetes, alteraciones renales (glomerulo-nefritis, pielonefritis, infecciones, insuficiencia) y digestivas (gastritis, úlcera, colitis, degeneraciones colónicas); degradación de la colágena (artritis, reumatismo, artropatías): todos ellos, padecimientos discapacitantes que debemos atender para que tengan un buena vejez, pero no en los asilos, sino en sus hogares, con la familia.
Este comentario viene porque debemos tener siempre presente que todos, tarde o temprano, llegaremos al final de la vida, tenemos que dejar este mundo y así como nuestros ancestros murieron terminando su ciclo vital en la Tierra y como nuestros contemporáneos, todos, aunque se nos parta el corazón, debemos ser fuertes y pensar que solamente se nos adelantaron un poco y que cuando nosotros tengamos que dejar esta vida, alguien nos estará esperando y nos estará guardando un rinconcito; no estaremos solos, porque debemos creer en lo que se nos dijo: «ya no estaré con ustedes porque iré a prepararles un lugar cerca de mi Padre».
Si en esta vida nos esforzamos, tengamos la seguridad de que tendremos una feliz recompensa, que nunca se agotará y que nos durará toda la vida, y más si nunca olvidamos y cuidamos a nuestros viejitos, aunque no sean nuestros padres. En la profesión tan sublime que escogimos, es un deber proporcionarles en lo que más podamos salud, alegría, comodidad y felicidad, con mucha gratitud y afecto, por el solo hecho de haber llegado a ancianos. Recordemos aquel refrán «como me ves te verás»: pues que eso signifique tener una ancianidad feliz.
Quienes tengan a sus padres, no los olviden, llámenles aunque sea para saludarlos y saber como están, no solamente cuando necesitan dinero. Quienes ya no los tienen aquí en la Tierra, no se olviden de pedir por ellos, pues aunque no lo crean, ellos siempre están con nosotros y también necesitan que nos acordemos de ellos. Si alguien piensa que no necesita a sus padres porque ya es independiente, está en un grave error: nunca deja uno de necesitar a sus padres, aunque sea para recordarnos que por ellos estamos aquí; por mucho que los odiemos, son nuestros padres y por lo menos merecen respeto, y si no les damos, al menos no les quitemos.
En esta vida, padre y madre sólo hay uno, aunque se diga que padre no sólo es el que engendra sino el que mantiene y saca adelante a los pequeños. Digan lo que digan, padres sólo hay unos y éstos son los biológicos; el problema viene por por las decisiones equivocadas, producto de la inmadurez o la ignorancia de hacia dónde se dirigían cuando decidieron formar un hogar.
Pero esto es responsabilidad de ellos como padres, incluso si después por no comprenderse y la poca responsabilidad deciden separarse, sin importar lo que pase con sus hijos. Entonces se justifican diciendo que esa no era vida sino un infierno, que merecen una mejor vida, vivir su felicidad y juventud perdida, que se equivocaron y fue un error de juventud... Súmenle que como padres fueron inútiles para formar a sus hijos, creyendo que con darles todo el dinero posible ya cumplían: ahí tienen su premio y con ribete, porque ahora tienen que cargar con el hijo o la hija.
¿Los hijos de los pobres, analfabetos, borrachos, drogadictos, rateros, flojos, machos? Unos dicen desconocer los resultados de su ignorancia, en cuanto a que de pronto se vieron embarazadas a pesar de que «se cuidaron» o las cuidaron. Eso no justifica que los hijos llamados ‘no deseados’ carguen con la culpa y los errores de sus padres.
Personalmente, no creo que haya ignorancia. Cuando un hombre y una mujer van a la cama, es porque ya saben que puede haber un embarazo; en la actualidad y con tantos medios de comunicación que continuamente explotan el sexo o hablan de él, existen pocas personas que puedan argumentar ignorancia. Podrán no tener qué comer, dónde dormir o qué vestir, pero no falta una televisión; ésta es la educación de la mayoría de nuestra gente, y ahí difícilmente faltan escenas «de amor» y relaciones sexuales gratis... Y hay cines, centros de baile de los llamados de moda, en donde no faltan las insinuaciones para experimentar.
Padres de familia: la educación inicia por ustedes, en el seno de su familia; así se dan cuenta como andan sus hijos. No se los dejen a las escuelas, sacerdotes, psicólogos, psiquiatras o gobiernos, porque ellos no saben educar mejor que ustedes; ellos continúan lo que los hijos llevan de sus casas, por lo que ustedes, padres de familia, tienen que estar siempre atentos a los adelantos o atrasos de sus hijos. Claro que esto representa trabajo, la mayor parte del cual evadimos con «no tengo tiempo», «para eso pago», «yo trabajo y no me dan tiempo en la oficina para ir a las juntas», «no nos alcanza, así que tenemos que trabajar los dos», «estoy muy cansada (o) para revisar tareas», «no exijo calificaciones, al fin que mi hijo ya está en la profesional», «pago mucho por su educación»... Nada más falso, son justificaciones de gente irresponsable. ¿Qué? ¿Su hijo no les merece siquiera que pongan atención en su formación? Él no sabe lo que necesita para defenderse en esta sociedad, ustedes sí, pero no se lo dan.
¿Querrás a tus hijos? ¿Quién te dijo que tener hijos es tener muñequitos en casa? Quien te formó, ¿no te dijo que un hijo es la más grande de las responsabilidades, después de creer en Dios?
Si ya te equivocaste, no cometas otro error dejando la responsabilidad a tu mujer, porque recuerda que los hijos son de dos, si no, recuerda todos los años que estuviste soltero sin tener relaciones responsables con mujer alguna: ¿cuántos hijos tuviste? Lo mismo para ti, mujer.
Entonces, ¿qué te falta para ser un hombre o mujer responsable? Educación. Busca educación, porque mañana tu hijo te cuestionará, y ¿qué le contestarás? ¿Lo golpearás porque te hizo reconocer tu ignorancia? ¿Dejarás a un lado tu obligación?
Como padre que eres, quiere a tus hijos, prepárate por ellos, dales la educación que a lo mejor tú no tuviste; eso no importa: cambia por el bien de ellos, son tu responsabilidad, así les demostrarás que sí los quieres y que ellos son todo para ti. No te avergüences nunca de tu familia; si te dicen «mandilón», tú di «sí, ¿y qué? Es mi familia y yo la busqué».
Al final de cuentas hay pocas amistades que vean por ti, el día que las necesitas se aleja la mayoría; pero refúgiate en tu familia y verás que nunca te falla.
La vida del hombre –si es que así lo decide– busca su complemento, y cuando lo encuentra, lo defiende contra todo, le da todo lo que puede, y él lo guarda y lo cuida y lo reparte en su hogar como lo cree más eficiente. Fíjate que te digo: lo reparte en su hogar, no dice «parte para mi hermano, mi madre, mi padre», sino que todo es para su familia: la mujer tiene responsabilidad primero con su esposo, incluso aunque también trabaje, y él con ella, ambos con sus hijos.
Primero es la casa y después los demás, olvídense del «tú lo tuyo y yo lo mío». Nada de eso: cuando se es familia, «lo mío es tuyo y lo tuyo es mío, porque así lo quisimos al casarnos».


Bibliografía

[Nota del editor: faltan las llamadas a estas referencias en el cuerpo del texto; favor de insertarlas donde corresponda. Asimismo, proporcionar los datos que faltan en las que están incompletas]

1. Jan Lagman, Embriología, c. 2 (pp. 23-25). c. 6 (pp. 63-73).
2. SS Pío XII, «A los padres de familia», 1941, en Así habló el Papa, pp. 174-176.
3. «El Matrimonio», 1942, op. cit., pp. 125-139.
4. Francisco Ugarte Corcuera, El hombre actual en busca de la realidad, c. 1 (pp. 23-28), Panorama editorial, 1997.
5. Francisco Ugarte Oceguera, La amistad, Minos, 1997.
6. Irving F. Dobler López, La responsabilidad en el ejercicio médico, c. 1, p. 8, Manual Moderno, 1999.
7. Víctor F. Villa Steves, Geriatría, Ediciones Cuéllar, 2000.